viernes, 28 de noviembre de 2014

Reflexión personal del Marco Instrumental de la Orientación Laboral

Llegamos a la última reflexión del curso, en este caso centrada en el Marco Instrumental de la Orientación Laboral. En este tercer y último módulo nos metemos de lleno en la actividad del orientador laboral.

Si hay algo que ha llamado mi atención de este módulo es que buena parte de la actividad del orientador/a laboral gira en torno al concepto de la entrevista. Antes de iniciar este curso siempre se me venía a la cabeza la idea del orientador como una persona que hace un pequeño “estudio” sobre ti para, a continuación, ofrecerte la ayuda necesaria para avanzar desde el punto de vista laboral. Pero es mucho más que eso, y gran parte de esta actividad depende de las entrevistas que realice:

Entrevistas con el usuario de orientación: Parte vital del proceso, en la cual el orientador/a debe obtener la mayor información posible sobre la formación, motivación, inquietudes, objetivos o competencias y habilidades propias de la persona. Llevar a cabo de manera acertada este proceso es clave para el resto del proceso de orientación, hasta el punto de establecer si el usuario necesita o no un itinerario personal de inserción (IPI), y en caso afirmativo qué tipo de itinerario puede ser. No obstante, esta actividad no es exclusiva del orientador/a laboral, sino que debe involucrarse al usuario lo máximo posible. A mayor participación, más provecho del proceso y por tanto más aprenderá.

Entrevistas con las empresas: Son una parte importante del proceso de prospección empresarial. Los orientadores/as llevan a cabo una tarea de investigación del tejido empresarial de su zona de actuación. Con ello no solo obtienen un listado de las principales actividades empresariales y profesionales de la región, sino que consiguen elaborar una guía profunda y elaborada de los perfiles profesionales más demandado por las empresas. Para ello es necesario un contacto regular con las organizaciones, establecer una relación de cordialidad y de mutua colaboración, dejando claro que lo importante es el beneficio para ambas partes.

Del éxito del trabajo realizado por el/la orientador/a laboral con ambos agentes anteriormente nombrados (usuarios y empresas) depende que la labor de intermediación entre ellos tenga un mayor índice de éxito.

Pero… ¿qué sucede con las personas que no buscan empleo en una empresa?, ¿qué pasa con las personas que se animan a iniciar su propio negocio? Para ellos también hay un hueco en la labor del orientador/a laboral. El asesoramiento en materia de autoempleo es otra de los ejes temáticos que aborda la actividad del orientador. Dicho asesoramiento culminan en el desarrollo de un Plan de Empresa por parte del usuario, tras un largo camino repleto de horas y horas de esfuerzo, con el fin de comenzar con buen pie su propia aventura empresarial.

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